Las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (EIIC) se caracterizan por la inflamación de diferentes partes del tracto gastrointestinal y los síntomas aparecen de forma intermitente. Las fases sintomáticas (recaídas) se alternan con fases de remisión en las que la enfermedad está inactiva. La gravedad de los síntomas y la duración de estas fases varían de un paciente a otro. La etiología de las EIIC sigue siendo relativamente desconocida, pero se cree que la susceptibilidad genética y ciertos factores ambientales (tratamiento antibiótico, tabaquismo, "dieta occidental") podrían causar la enfermedad. Las formas más frecuentes de EIIC son la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC).
La CU pertenece a las EIIC y produce reacciones autoinmunes contra la mucosa y submucosa del colon o recto, aumentando las reacciones inmunes contra la flora intestinal. La inflamación se extiende de forma continuada desde el recto, es decir, desde la región anal hacia arriba.
La EC está clasificada como una enfermedad autoinmune de la mucosa intestinal y se encuentra entre las EIIC con una alta tasa de recurrencia. La inflamación granulomatosa crónica, que puede afectar a todo el tubo digestivo, desde la cavidad bucal hasta el ano, se encuentra en la mayoría de los casos solo en la parte inferior del intestino delgado (íleon terminal) y en el intestino grueso (colon), y muy raramente en el esófago y la boca. La EC se caracteriza por una afectación discontinua y segmentaria de la mucosa intestinal, por lo que varias partes del intestino pueden estar afectadas de forma simultánea, divididas por partes sanas.
En alrededor del 10 % de los casos se observa una forma mixta, que no puede clasificarse claramente como ninguna de las dos enfermedades (colitis indeterminada).
Tanto en la EC como en la CU, la barrera intestinal de la mucosa y del epitelio intestinal se encuentra debilitada, de modo que las bacterias patógenas del lumen intestinal pueden penetrar en las células epiteliales y provocar una respuesta inflamatoria.
Cuando el tracto gastrointestinal está inflamado, los granulocitos neutrófilos atraviesan la mucosa intestinal hasta el lumen, donde liberan calprotectina, una proteína fijadora de calcio y zinc que produce una respuesta inmunitaria y tiene un efecto antimicrobiano. La calprotectina liberada en el lumen se acumula y luego se excreta en las heces. Por lo tanto, la calprotectina fecal puede ayudar a distinguir la EIIC del síndrome del intestino irritable.
Para diferenciar las distintas EIIC y diferenciarlas del síndrome del intestino irritable, es de gran importancia realizar diagnósticos diferenciales específicos.
El diagnóstico de la EIIC se basa en el cuadro clínico del paciente, así como en una combinación de pruebas de laboratorio, endoscópicas, histológicas y radiológicas. El indicador de inflamación fecal calprotectina es un factor importante en los análisis de laboratorio. Además del diagnóstico precoz, permite descartar la EIIC respecto a enfermedades intestinales funcionales como el síndrome del intestino irritable. La detección adicional de autoanticuerpos asociados a la EIIC (IgA e IgG) en suero puede hacer que el diagnóstico sea aún más fiable. EUROIMMUN ofrece combinaciones BIOCHIP con diferentes sustratos IFI para detectar autoanticuerpos específicos contra células caliciformes intestinales, páncreas exocrino y anticuerpos contra el citoplasma de neutrófilos (ANCA), así como anticuerpos contra Saccharomyces cerevisiae (ASCA). Asimismo, la detección de ASCA puede realizarse de forma monoespecífica mediante EUROLINE o ELISA.
Para descartar el síndrome del intestino irritable respecto a la EIIC y para diferenciar aún más las EIIC entre sí, el catálogo de EUROIMMUN incluye los métodos de diagnóstico ELISA, EUROLINE e IFI.
Calprotectina - Marcador de actividad inflamatoria en el intestino
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