Elcoronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, anteriormente denominado 2019-nCoV) pertenece a la familia de los coronavirus y, al igual que el SARS-CoV, se clasifica en el género Betacoronavirus. A finales de 2019, causó una ola de infección que se propagó rápidamente por todo el mundo y fue declarada pandemia por la OMS en marzo de 2020. Pocos días después del primer informe sobre pacientes con neumonía de origen poco claro, se identificó al SARS-CoV-2 como el patógeno causante y la enfermedad asociada se denominó COVID-19. El SARS-CoV-2 se transmite principalmente a través de aerosoles al hablar, respirar, toser o estornudar, o con el contacto estrecho con una persona infectada. El periodo de incubación suele ser de tres a siete días, con un máximo de 14 días. Los síntomas y la gravedad de la infección por SARS-CoV-2 pueden variar de forma significativa. Los síntomas más comunes son fiebre, tos, dificultades respiratorias y fatiga. Por lo tanto, en la mayoría de los pacientes, la infección se asemeja a un resfriado común con fiebre leve, con infiltraciones pulmonares irregulares. Algunos pacientes, especialmente los ancianos y los enfermos crónicos, desarrollan un síndrome de dificultad respiratoria aguda grave.
Los métodos adecuados para el diagnóstico de las infecciones por SARS-CoV-2 son la detección del ARN vírico mediante la reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR) o de la proteína viral en muestras de material del tracto respiratorio superior (hisopo nasofaríngeo u orofaríngeo) o inferior (líquido de lavado broncoalveolar, secreción traqueal, esputo, etc.). La PCR permite detectar el patógeno incluso en casos subclínicos o asintomáticos a pocos días después del contacto con el virus y hasta 14 días después de la aparición de posibles síntomas. Además, la combinación de diferentes parámetros en una RT-PCR permite detectar y diferenciar en una sola prueba el SARS-CoV-2 y otros patógenos respiratorios, como los virus de la gripe.
La identificación de anticuerpos permite confirmar la infección por SARS-CoV-2 en pacientes con síntomas típicos y en casos en los que se presume la presencia del virus. También contribuye a la vigilancia y el control de los brotes. Para obtener resultados serológicos significativos, deben analizarse dos muestras de pacientes, una de la fase aguda (semana 1 de la enfermedad) y otra de la fase de convalecencia (3 a 4 semanas después).
EUROIMMUN proporciona una amplia variedad de sistemas de pruebas para el diagnóstico de COVID-19. Desde dos pruebas PCR para detectar la enfermedad en su fase aguda, hasta pruebas serológicas que diferencian la presencia de anticuerpos (IgA, IgM, IgG) contra diferentes antígenos del SARS-CoV-2, y una prueba de neutralización del virus sustitutivo.
Diagnóstico de la COVID-19
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